El reaprovechamiento de la piedra de la muralla (siglo XVII)

En la primera mitad del siglo XVII, la muralla ya no ejercía su función como elemento defensivo y en 1632 se decidió levantar el nuevo edificio parroquial sobre una zona del

lado de levante de la estructura y del valle. Se derribó la zona y buena parte de las piedras sobrantes se utilizaron para la construcción del templo. En 1707, durante la Guerra de Sucesión, se destruyeron las partes que quedaban de pie de la fortificación que había quedado del todo obsoleta.